domingo, 10 de agosto de 2025

PRIMAVERA EN ARIÈGE 1 Quié de Sinsat. Integral de Anaïs

 

La Pelle al atardecer. Se aprecian los tres sectores de la Integral

2º largo, 5c+

PRIMAVERA EN ARIÈGE 1

Escaladas en Le Quié de Sinsat.

Integral de Anaïs

Dentro del universo pirenaico, el Ariège es un caso especial. Remoto y aislado, no cuenta con tresmiles que atraigan en masa a los coleccionistas, ni con grandes estaciones de esquí. Da la sensación de permanecer, tanto en invierno como en verano, invariable y semejante a sí mismo. Humilde, poco poblado y bastante rural todavía, apenas alterado por un turismo mayormente de proximidad. Las antípodas de Ordesa, vamos.

Y no es que carezca de atractivos. Un rico patrimonio, en el que despuntan las pinturas rupestres y las fortalezas medievales. ¡Ah, el recuerdo y la huella de los cátaros…! Bosques interminables, un pasado y presente pastoril que ha salpicado el paisaje de cabañas de uso libre para el senderista… Acabo de regresar maravillado tras unos días pateando sus montañas, y ya quiero más.

Pero ahora toca evocar unos días de primavera en los que por primera vez ( y ya era hora) tuvimos la ocasión de acariciar las placas y fisuras del Quié de Sinsat.

A pocos km de Tarascon, pasado Foix, y a demasiados del País Vasco, justo enfrente del Plateau de Beille, conocido como fin de etapa del Tour y por su estación de esquí de fondo a casi 2000 m de altitud, se elevan sobre el fértil valle del Ariège unas soberbias moles calizas de hasta 400 m, orientadas al sur.

Es el puente del uno de mayo, en plena época de nidificación. La mayor parte de las grandes paredes tienen restricciones. Para nuestra fortuna, los sectores que nos interesan están libres.

A poca distancia de la aldea de Sinsat, un bonito parking al otro lado del río nos ofrece césped para vivaquear y algunas mesas para cocinar. Pero no hay fuente. El agua habrá que traerla en el coche. Unas respetables pendientes nos separan de las paredes. Pronto dejamos el lujuriante bosque de ribera y entramos en una zona de matorral mediterráneo. Las distancias son más bien cortas, pero el desnivel es considerable. Así que uno llega a la base de la vía relativamente “calentado” tras patear entre hora y hora y media.

Para nuestro primer día elegimos la gran clásica del lugar, la “Integral de Anaïs”. En realidad se trata de encadenar tres vías, cada una en un sector distinto, una encima de la otra, culminando en la cima de la Pelle.  Vamos, un recorrido de 400 m en 12 largos, equipado y con una dificultad de V+/6ª. En fin, a primera vista casi parecería una love-climbing.

Tras hora y cuarto de subida llegamos a la base del sector Pubis. Tenemos una cordada por delante, y otra nos seguirá, sin llegar a molestarnos. Empezamos por la vía “ Le plaisir du geste”, tres largos, 6ª, 5c+ y 5c. En el segundo sector hay varias alternativas, y elegimos la “Jeanne”, tres largos, 6ª+, 6ª y 5c. Y para terminar Anaïs, 6 largos entre el V y el 6ª con una pequeña sección de 6b+ o A0/6ª.

Ya, ya, love climbing… Los dos primeros muros son buenísimos, muy compactos, y ofrecen una escalada de calidad a la vez que exigente. La vía está equipada, pero con distancias, y hay que escalar entre las chapas. El grado es ajustado y duro, como suele ser en las vías de los 80 y 90 del pasado siglo.

El primer largo de “Jeanne”  es alucinante, una placa técnica de 6ª+ donde la precisión en la colocación de los pies es vital. El siguiente largo, aparentemente más fácil (6ª), será para mí el más complicado. El compacto muro se vuelve vertical y las presas siguen siendo ínfimas. A duras penas pasaré en libre de segundo, yo más que 6ª lo cotaría de 6b o 6b+. ¿Tal vez saltara alguna presa? En cualquier caso, muy muy bueno.

La última parte, la ascensión a La Pelle por “Anaïs”, es de un carácter  más clásico, por un terreno más de montaña que de escuela. El primer largo tiene su ambiente, hay que tener cuidado con la roca, y hay distancias. Creo que metimos algún friend entre los seguros. El segundo largo discurre por un offwith que se las trae, bonito pero arrastrado (6ª). Falta una chapa, pero no es problema. En fin, para cuando llegamos al último largo, con la sección de 6b+, estamos tan cansados que trampeamos sin dudar.

Tras 7 horas de escalada estamos en la cima de la Pelle, contemplando las líneas de relieves cubiertas de bosques aparentemente infinitos… Al fondo reconocemos la pirámide del Dent d´Orlu, vieja conocida. Aun queda la bajada. La verdad, no es del todo evidente ni cómoda. El último muro se rapela, pero nos equivocamos de línea y aparecemos en una canal cutre y llena de vegetación…

Finalmente, regresamos al parking con el tiempo justo para cenar con luz, tan agotados que ni nos planteamos acercarnos al pueblo de Cabanes para el café. Eso sí, francamente satisfechos y eufóricos, tanto por la calidad de la escalada como por la media botella de Rioja crianza con que lo celebramos…

Integral de Anaïs, 400 m, 12 largos, 6a+ /A0

Patxi Aiaratik

 

A la izqda, el sector Peppermint



Trampeando en el último largo.


La Poire y sus horrores de artifo.

Saliendo del offwith

Campanula speciosa, endemismo de Ariège.

Entrando a "Anaïs" en la Pelle


2º largo de Jeanne, para mí el más duro


Primer largo de Jeanne, buenísimo!


Largo 3º, fin de Le plaisir du geste.





2º largo

Primer largo, 6a


El parking-vivac

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