HISTORIAS DE ESCALADA: DESPUES DE LOS ANDES…6 Peña Oroel,

6º largo

DESPUES DE LOS ANDES…6

Peña Oroel, septiembre del 2024

¡Hay que joderse! Hay veces en las que según vas escalando, el contacto con la roca fría te deja los dedos gélidos e insensibles. Pero hoy ya me he quedado pajarito antes de empezar… Escalar así es un rollo. Estamos a la sombra, en un hombro en la base de la vía, sopla un viento frío de cojones, tenemos toda la ropa puesta y no vamos a ver el sol en toda la escalada… Esto tiene aires de invernal. Sin embargo estamos en septiembre, acaba de entrar el otoño y la noche no ha sido especialmente fría. Pero con este aire y a la sombra… Hoy va a ser una jornada de las que curten.

Tras un largo inicial cómodo pero bastante roto y herboso, me asomo a la entrada de la canal-chimenea en la que tengo que internarme. ¡Dios! ¡Qué mal rollo! La roca es un conglomerado cuyo cemento se deshace por momentos. Los parabolts están cerquita (menos mal), pero en este tramo vertical y que incluso echa para atrás da bastante grima tirar con fuerza de cualquier bolo, sea grande o pequeño. Pero no queda otra. Agarro un par de bolos bien gordos y me supero de ellos. Uff. Aguantan. Afortunadamente, a partir de aquí el terreno mejora bastante. Pero en fin, cuando llego a la reunión y me encuentro la reunión ya montada con tres mosquetones y una cinta nuevecita de la que pende otro mosquetón de seguro, la verdad es que no me sorprende. No me extraña que alguna cordada haya decidido abandonar después de este largo. Desde luego, ¡no es terreno para cualquiera!

La verdad es que yo me las prometía muy felices. Txingu llevaba tiempo hablando de esta vía, la Montaner-Rabadá a Peña Oroel. Dificultad abordable, y totalmente reequipada además. Yo me esperaba algo en plan Sendero Límite o incluso Sueño Vertical, pero ya, ya…

Así que hacia Jaca nos dirigimos el cuarteto formado por Ibon, Txingu, Juan y yo. Y por extraño que parezca, la verdad es que a toro pasado, y tras la sorpresa de los dos primeros largos, todos hemos regresado encantados por la vía y la actividad, aunque el frío le haya dado cierta seriedad.

Peña Oroel es una hermosa montaña, que merece un visita. La aproximación, por un hermoso bosque mixto otoñal, así como el descenso por la normal, son pateos preciosos que valen por sí mismos el viaje. La vía es un vía histórica, obra de dos gigantes como Montaner y Rabadá en 1962. Se abre paso por el espolón NW que remata la Peña como una proa a la que apenas alcanza el sol al atardecer. Según ganamos altura en la aproximación, el lienzo de pared aparece oscuro e impresionante, mientras el paisaje alrededor va ampliándose. ¡Ya tenían valor los antiguos! Si aun hoy hay que andar con cuidado con los bolos, no quiero ni pensar lo que sería durante la apertura.

Hoy en día la vía está bien equipada, y salvo un par de tramos, sobre todo en el 2º largo, la roca está bastante saneada. Pero no bajes la guardia. Tras el 2º largo el terreno mejora y algún tramo es espectacular, como el final del 6º largo, un vertical muro de V que nos conduce a una reunión justo bajo una panza en la que habrá que trampear…

Tras cuatro horas y media de frío salimos a la meseta cimera. ¡¡Y al sol!! El torpor de las manos por el frío nos ha retrasado un tanto, no nos desviaremos a la cercana ermita que Txingu nos recomienda visitar en otra ocasión. En lugar de ello, bajamos por la senda de la ruta normal, atravesando de nuevo el hermoso bosque.

En fin, un gran día, una buena curtida, y una vía muy recomendable, aunque no para cualquiera… Y mejor sin tanto frío.

Peña Oroel, 1769 m, Espolón NW, 200 m, Montaner-Rabadá, V/V sup, 8-9 largos

Patxi Aiaratik