jueves, 15 de diciembre de 2022

MAS DURA SERA LA CAÍDA... LE PIÈGE, ENVERS

 

 

En el gran diedro de Homologue exceptionnel

UN LARGO Y TÓRRIDO VERANO … 7

Más dura será la caída, Ref de Envers, julio del 22

Escapando de la trampa: rappel espectacular. Al fondo el refugio.

 

Esa noche en el refugio echamos cuentas. Si queremos darle un tiento a las Pequeñas Jorasses necesitamos tres días, mas uno de descanso. Para que Txingu llegue a currar sin problemas tendríamos que bajar al valle mañana mismo. Así que mañana toca madrugar, y nos conviene escalar una vía más corta y rápida que la de hoy.

El día de actos nos levantamos a las 6:30. La vía elegida se halla en la Tour Verte, cerquita, encima mismo del refugio. Se trata de “Le piège”, 200 m, 6 largos, tres de ellos de 6ª+, “mantenida y poco equipada”, dice Piola en su guía. Una vía abierta por Piola y Schenkel en 1984.

A las 8:15 estamos bajo el primer largo. Una hermosa fisura ancha y rectilínea atraviesa un pilar aparentemente dispuesta a tragarse nuestros puños y todos los friends grandes que tengamos. Una laja adosada protegida por un parabolt permite acceder a la fisura. A mitad de ella otro parabolt. Tras un buen rato de pelea, reposo en el parabolt incluído, llego a la reunión. Me consuelo pensando que no estoy nada habituado a los empotramientos de puños, y mis compañeros menos aún. Los pies de gato quedaban tan atascados que luego no podía sacarlos…

El 2º largo es bastante más cómodo, hasta llegar a una laja que hay que subir en bavaresa. Ya se le veía la mala idea desde la reunión… Un poco antes me protejo con un alien rojo, después entra uno amarillo ya en la fisura de la laja, me agarro a ella con una mano, luego con la otra y… UFF!, doy marcha atrás. Hay que darle un buen apretón, y además al comienzo estoy desequilibrado. Me asomo de nuevo un par de veces pero vuelvo a recular. Es un tramo atlético que hay que afrontar con rapidez y decisión, pero me falta fuerza y no me atrevo a arriesgarme a volar. Saldré del marrón trampeando, agarrándome a otros tres microfriends que afortunadamente entran a caldo.

Hemos caído en la trampa (eso significa “piège”) de esta vía atlética que parecía ser cómoda y rápida. Ayer me movía con relativo margen en los largos de 6ª+, la misma dificultad con la que hoy me siento incapaz de lidiar. Está claro que todavía no me he recuperado de los esfuerzos de ayer. Con los años uno no recupera como antes. El globo de la euforia de la víspera se pincha y se aleja volando, dejándome desmoralizado y abatido. Esto no es lo que era, estamos viejos…

Mis compañeros comentan que no pasa nada, que nos bajamos y punto, pero la verdad es que a mí me da pena abandonar a mitad de vía. Otro vistazo al croquis nos ofrece una alternativa. A la derecha de la gran vira en la que estamos arranca un vistoso y largo diedro de aspecto más acogedor, V sup al parecer.

Así que montamos reunión en su base y comienzo con la tarea. En efecto, los primeros 10 ó 15 m son muy clásicos y gozosos, una típica escalada en oposición de V-V sup por un terreno plagado de picos de roca que permiten asegurarse. Pero según gano altura, el diedro se vuelve más técnico y vertical, y las fisuras van cerrándose. Por terreno más bien de 6ª sigo ascendiendo, intento en vano protegerme en el muñón de una sabina, y al final por unos pasos en bavaresa llego a una especie de nicho donde consigo meter el camelot del 4. Uff! ¡Salvado!

Esperaba encontrar una reunión en este nicho, pero no hay nada. Colgado del camelot, observo la continuación del diedro. Habré subido unos 40 m, pero quedarán otros 10 ó 15 m, en los cuales la pared se pone aún más tiesa. Tiene todo el aspecto de ser una bavaresa bien atlética, sin seguros a la vista (Tampoco había ninguno en todo el largo). Y yo ya sé que mis brazos no tienen pila para eso.

Muy justito, logro salir del nicho en travesía a la derecha, y me planto en una repisa en el borde derecho del diedro. Y por suerte, allí encuentro una reunión. Aseguro a Axi y Txingu, mientras lucho con los calambres que me asaltan en ambos brazos. Ya no doy más de sí… El largo ha sido muy bueno, eso sí, y a mis compañeros también les ha parecido más duro de lo esperado.

Miramos para arriba. Sigue un tramo en placa verticalillo, que parece duro, ma non troppo (luego veremos que es 6ª+), y sobre todo está salpicado por cinco parabolts, generoso equipamiento para lo que se estila por aquí. Axi se anima a continuar, y gracias a él superamos este largo básicamente en libre, con alguna trampilla.

Aparecemos así en lo alto del diedro en terreno por fin más amigable. Por un largo de V y otro de 6ª, Axi nos conduce a la cima de la Tour Verte, una amplia y cómoda plataforma. Nuestra alegría está a la par de las dificultades encontradas. ¡Y yo al menos he sufrido mucho! Hemos tenido que huir de “Le piège” y pasar por otras dos vías para llegar a la cima, pero aquí estamos después de todo, cansados y felices.

No sin alguna movidilla con las cuerdas, rappelamos la torre y nos plantamos en el refugio. Son las 14:00, nos quedan tres horas para perder el tren, y aún necesitaremos veinte minutos para reorganizar las mochilas.

Para cuando pisamos la Mer de Glace tras destrepar el tramo de ferrata son ya las 16:00. Pero recorremos el glaciar con rapidez y aparecemos en las pasarelas de la Grotte de Glace a tiempo. Un último sprint en las escaleras, y llegamos para atrapar la última subida de la telecabina. De todos modos, aun quedan turistas en las pasarelas, y el tren no saldrá hasta que todos lleguen a la estación. Nosotros llegaremos a las 16:55, con la lengua fuera, y el tren finalmente se pondrá en marcha a las 17:05. ¡Por los pelos!

A las 17:40 estamos de nuevo en las abarrotadas calles de Chamonix, a más de 30 ºC bajo un sol de justicia, de camino a la furgoneta. Un cambio brutal de entorno, otro de los contrastes con que nos regala la meca del alpinismo. Ahora toca ducharse, llenar la panza y vaguear hasta la siguiente subida, si el tiempo nos deja…

Patxi Aiaratik



La Tour Verte

Fisura del primer largo



Por en medio, Le Piège. Nosotros seguiremos el diedro de la dcha

En el diedro



Saliendo del diedro

Le pont des soupirs






                                                                                

Axi en el último largo

Último apretón de Txingu
En los rápeles




Al fondo la Aiguille Verte y los Drus


Al fondo Las Petites Jorasses


















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