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Empezando el 5º largo, 6c |
ESPERANDO AL INVIERNO: Pandemia
Otra vez en Riglos. La verdad, no es que la escalada riglera sea mi favorita. Esas panzas atléticas, esos muros desplomados, esas salidas precarias a baumas sin presas netas… Pero a veces el tiempo no deja más alternativas. Así que aquí estamos de nuevo a mediados de octubre de este otoño lluvioso. A ver cómo ha quedado eso del parking de pago. La verdad es que es un poco triste el contraste con nuestros años salvajes, vivaqueando en cualquier txoko tras echar un pote en el bar de la madre de Toño, aquella vieja tasca entre callejuelas. Pero tampoco es malo que el pueblo saque algo de beneficio. La verdad es que somos demasiados.
Pasamos junto a la iglesia y nos acercamos a las paredes. Y de nuevo caigo bajo el embrujo del lugar. Hoy vamos al Mallo Cuchillo. Juan tiene pendiente “Pandemia”, que yo recorrí hace dos o tres años con Javi Elales. Los dos estábamos de resaca (él más que yo, todo hay que decirlo) tras una cena-caracolada en Huesca. Hacía poco de su apertura, y aun había muchas presas que se movían, sobre todo en el 5º largo, el más duro. Por lo menos, y quizás por ello, los seguros estaban algo más cerca de lo habitual.
Como ya me conozco la vía, le cedo a Juan los largo más duros (lo mismo hice con Javi, je je). Juan no defrauda, y exceptuando un paso al final del primer largo (6b+) se saca toda la vía en libre, incluyendo el intimidante 5º largo, con su arranque más que técnico y su salida super bestia. (6c). Yo he estado enfermo los días previos, y me doy por satisfecho con tres A0 y un vuelo en un 6b.
Por lo demás, la roca ya está totalmente saneada, y la vía ha quedado muy bien. Yo diría que no es tan txula como las súper-clásicas, pero Riglos es Riglos. Una geología y un paisaje tan singular como fantástico, gracias a los cuales una jornada de escalada tiene siempre mucho de contemplación. Tras rapelar el Cuchillo, volvemos a las callejas del pueblo, que parecen acurrucarse al amparo de los Mallos. El atardecer una vez más tiñe de rojo las paredes… Definitivamente, Riglos es un lugar de belleza, de belleza y de poder.
Pandemia, Mallo Cuchillo, 230 m, 6 l, 6c, 6ª obl.
Patxi Aiaratik