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Cancho de los Muertos, cara S
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Lopez-Mora, primer largo, V-Vsup
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DESPUES DE LOS ANDES…4
La Pedriza y Pico de la Miel, septiembre del 2024
Como de costumbre, vuelvo de Picos
con ganas de más, y con ideas para al menos un par de salidas… Pero la
meteorología manda. Juan libra un fin de semana, y las previsiones son malas en
el norte. Solo nos queda marchar hacia el sur.
Nos juntamos en Gasteiz, y según
conducimos iremos aclarando ideas. Juan trae varios croquis de La Cabrera. Yo
no tengo ninguna plan en especial, más allá de ir tachando vías de “Las 100
mejores de la zona Centro” que estén a nuestro alcance. En la Pedriza nos
quedan muchas por hacer, así que por lo pronto decidimos acercarnos a Canto
Cochino y escalar en el Cancho de los Muertos. La idea es rendir después visita
a Juanillo y Raquel, y el domingo ya veremos.
Llegamos a Manzanares bastante
tarde. Resulta que hasta el 30 de septiembre el acceso a la Pedriza está
regulado y no se puede subir en coche entre las 20:30 y las 07:00, ni por
supuesto vivaquear. No queda otra que dormir en el parking junto a la barrera
al escuálido amparo de un arbolito que apenas nos libra del rocío. Noche fría
con presagios de otoño.
A las siete y pico, el ruido de los
primeros coches camino a Canto Cochino nos despierta. A toda prisa recogemos
los húmedos sacos, tomamos un desayuno frío y arrancamos. Cuando el parking se
llena la barrera vuelve a cerrarse, sea la hora que sea. Llegamos a Canto
Cochino, aun hay muchas plazas libres, y lo más importante, una de los dos
cantinas está abierta. Como hace bastante rasca, nos damos el lujo de un
segundo desayuno, café con leche en vaso con la última “porra” que quedaba en
la barra, mientras ojeamos croquis y esperamos que el sol temple el ambiente.
El Cancho de los Muertos es uno de
los sectores más próximos a Canto Cochino, pero el universo pedricero es un
laberinto que tiene sus propias leyes. Preguntando a los senderistas que vamos
encontrando, acabamos siguiendo una PR balizada que se dirige hacia el Collado
Cabrón. En un momento dado, se desvía una senda que tras pasar por el vistoso Cáliz
conduce a la vertiente norte de nuestro Cancho. Luego habrá que buscarse la
vida para pasar a la vertiente sur, que es la que nos interesa. A la bajada sí
que daremos con una senda marcada con hitos, no muy cómoda, que siguiendo una
torrentera nos conduce directamente casi hasta el Centro de Interpretación.
Vamos bordeando el Cancho de los
Muertos, en busca de la primera línea que nos interesa, la Sur Clásica. En esta
parte, el Cancho está dividido en una serie de espolones paralelos separados
por canales-chimeneas. La nuestra sigue la 2ª canal empezando por la izquierda
sined la 1ª de ellas la que usaremos para destrepar la pared y regresar hasta
las mochilas.
Sur Clásica, 70 m, 2 largos, IV sup
Vía cómoda, evidente y estética.
Aparecen un par de parabolts que no llegamos a usar pues se protege bien. Va
siguiendo la fisura-canal, que al final abandona para seguir por su derecha.
Haremos un largo de 60 m y luego otro más fácil de 10 ó 15 m que nos conduce a
la cima del Cancho. Allí hay un par de reuniones rapelables, y por una de ellas
nos descolgamos al callejón de la cara NW (30 m, con una cuerda vale) Allí hay
unas cuantas vías deportivas, y un par de cordadas en acción.
La 2ª vía de “Las cien” es este
diedro por el que acaba de subir una chica cacharreando. Como la vía está
ocupada, destreparemos por la canal que antes comentamos hasta las mochilas,
nos cargamos de más material, y partimos en busca de la “Lopez-Mora”, en la
cara SE del Cancho. Cuando uno viene a la Pedriza no sabe dónde va a terminar
escalando, así que siempre acabamos porteando un montón de cacharrería. Así el
entrenamiento es más completo, je je.
Cara SE, vía Lopez-Mora, 3 largos, 6a, 80 m?
Juan tiene especial interés en esta
vía, cuyo croquis descargó en su día de la magnífica página “vía clásica” que
por desgracia ha desaparecido con toda su información. La verdad es que el
trazado de la vía se ve espectacular, y el grado asequible. Ya veremos…
Y tanto que lo vemos. Una vía
buenísima, cuya única pega es que al final es más corta de lo que mirando al
croquis parecía. Una auténtica joyita.
Arranca por precioso diedro de
V/Vsup protegido por tres pitones donde los friends entran a caldo. Como
siempre me pasa en el granito, ¡hasta los V hay que escalarlos! Monto reunión
(parabolts) al inicio del vistoso techo que tenemos que bordear en travesía
horizontal de derecha a izquierda. Un largo espectacular que Juan supera,
protegido por dos pitones y donde hay que apretar un poco para añadir algún
microfriend. Por desgracia, desde la reunión tengo el sol de cara y no puedo
fotografiarlo bien. A la salida del techo hay otro pitón escondido que solo
veremos cuando ya lo hayamos sobrepasado. En el tercer largo, tras un tramo
andando superamos un muro corto pero atlético, un duro 6ª de placa protegido
por un parabolt y dos químicos. Bonito también.
Diedro Norte, 35 m, Vsup
De nuevo un rappel y estamos en el
callejón. El diedro Norte ya está libre. Otro largo muy bonito, un buen Vsup
protegido por 4 pitones. Nos damos el gustazo de escalarlo los dos de primero,
metiendo cada uno sus piezas. Y tengo que admitir que un paso se me atraganta y
acabo mosquetoneando uno de los clavos.
Delicia francesa + escape, 2 largos, 70 m, 6ª.
Ya van 6 largos. Para terminar Juan
propone alguna de las vías deportivas, placas de regletas en un muro muy
vertical. Pero logro convencerlo. Volvemos a destrepar la canal, nos aligeramos
de parte del material y le entramos a Delicia francesa, un poco a la derecha de
la Sur Clásica. Se trata de una vía al parecer muy chula que supera otro de los
espolones del cancho en una escalada de adherencia equipada con parabolts.
La entrada sí que se me atraganta.
Es un paso superbestia que ya valdrá 6b o 6b+. De hecho, me da a mí que es un
zócalo que se equiparía a posteriori. Pues tras el zócalo, que es perfectamente
evitable, la vía continúa por el espolón por un terreno ya más “humano”, aunque
fino y delicado, donde hay que mirar muy bien los pies. Vamos, el típico 6ª de
adherencia. Por lo demás, muy buen largo, bien equipado.
De la reunión un corto 2º largo
conduce a la cima. Nuestra vía sique por un desplome corto pero muy bestia
(6ª+) así que Juan se asoma a la salida de la Valen, que se supone de V. Sin
embargo, un paso raro con mala caída a repisa nos cierra el paso. Finalmente,
Juan atraviesa a la derecha y acabará saliendo por el muro de regletas de la
Lopez-Mora, chapando uno de los químicos.
Total, regresamos a Canto Cochino
con la sensación de habernos dado un buen tute, y más cansados de lo que la
simple lectura de los croquis hacía esperar. Siempre pasa lo mismo con el
granito…
Un café en Manzanares. Buscamos
infructuosamente “El Refugio”, la magnífica tienda de montaña del pueblo, y
descubrimos que cerró hace unos años. No somos nada. La jornada termina en casa
de Juanillo y Raquel, que acaban de regresar de su viaje en interrail…
Patxi Aiaratik
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Tanto aun por conocer...
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Llegando a la cima del Cancho
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Juego de pies, Delicia francesa, 6a
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En el diedro N, V sup
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Y su no menos fantástico techo
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El fantástico diedro de la Lopez-Mora
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Sur clásica, IV sup
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Entrando en la Sur clásica
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Diedro N y callejón
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El cáliz
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