martes, 28 de noviembre de 2023

VIAS DE OTOÑO 1 Ogoño e Itxina

 

Escalando en Itxina


VIAS DE OTOÑO 1

Interrogazioa, Ogoño, y Urrukutxumun, Itxina

El otoño trae consigo sus rutinas y sus oportunidades. Se abre la veda para escalar en las zonas protegidas por nidificación de rapaces y carroñeras, así que hay que apresurarse en visitar esas zonas limitadas el resto del año.

El 16 de septiembre, el primer día hábil, quedamos Gontzal, Juan y yo para ir a Ogoño. Encontramos el parking abarrotado, y las paredes llenas de cordadas, se ve que para venir aquí hay que madrugar más…

Juan tenía en mente una de las escasas vías factibles que aun nos quedan por hacer, Interrogazioa. Habrá que esperar un rato pero al final podremos recorrerla. Son cuatro largos equipados de V-Vsup, con un paso de 6ª+ en el tercero, muy duro, por cierto, pero acerable. Los dos primeros largos siguen una evidente fisura-chimenea que exige una escalada a veces laboriosa para su grado. A la salida de la 2ª reunión está el paso duro, corto pero intenso, y el 4º largo es una mera formalidad. No está mal para empezar la temporada. Por desgracia, se nos olvidó la cámara.

Echamos un pincho en el chiringuito de la playa y nos despedimos. Esta tarde he quedado con Txingu e Unai, que van a dormir en casa para escalar mañana juntos en Itxina, otra de las paredes otoñales.

Bueno, esa es la idea… Pero a poco de encender la barbacoa se desencadena una tormenta que nos obligará a degustar chorizos y costillas dentro de casa, pues las chaparradas no dan tregua. La cosa pinta mal, la verdad. Difícil será que una pared tan tumbada como la de Itxina se seque para mañana por la mañana.

Sin embargo, en el parking de Urigoiti el suelo está seco, y la lejana pared parece seca también. Igual resulta que la tormenta no llegó hasta aquí. Pero hay que apresurarse, pues hoy también se esperan tormentas a las 15:00. La vía elegida es Urrukutxumun, la última que me queda de las cuatro abiertas hasta ahora, y la más lejana del parking. Como de costumbre, nos liaremos en la primera parte de la aproximación, hasta el nacedero de Sintxita, y no podremos evitar un tramo de pinchos y otakas. Total, serán unas dos horas de pateo con el embarque. Nos costará localizar el arranque de la vía, pues el primer parabolt está tan alto que cuesta verlo, y al final empezaremos a escalar a eso de las 11:00.

La verdad es que se les coge gusto a estas vías de Itxina. No es que sea un paredón, pero se esconden en ellas buenos largos de autoprotección, equipados de manera minimalista. Esta vía no será una excepción, sin embargo el terreno está un poco más tumbado de lo habitual, y uno echa de menos un poco más de verticalidad. La vía arranca con los dos largos más duros, con algún paso de 6ª, el primero por una bonita chorrera, y el segundo con un par de pasos de placa. Luego sigue un terreno más cómodo, uniendo placas, chorreras y bastantes tramos fisurados, muy bonitos pero muy tumbados, que no pasan de IV en general. La vía se sigue bastante fácilmente, pero hay que estar atento para localizar las reuniones, a veces bastante a desmano.

En 6 largos llegamos a una gran vira que seguimos ensemble durante unos 80 m hacia la derecha. Nos quedan dos largos de V para salir a la cresta, y los hacemos con el culo prieto pues la tormenta se acerca y empieza a chispear. Tras 3h y media , nos desencordamos y empezamos el descenso a paso ligero. Más nos vale salir de la arista. En efecto, la tormenta nos atrapa y en un momento estamos chirriados, y tan fríos que casi empezamos a tiritar. Desde un collado bajamos por terreno incómodo, mezcla de lapiaz y herbazal resbaladizo, hasta llegar de nuevo al canal que nos conduce a las mochilas primero, y al nacedero después.

Por suerte, para cuando llegamos al parking el cielo de nuevo se ha abierto, y los rayos del sol nos animan mientras picamos algo. ¡Hay que cambiarse de ropa, pues estamos calados hasta los calzoncillos!  Aunque se trata tal vez de la vía más floja de Itxina, además de la más fácil, siempre es agradable cambiar de aires y escalar en sitios no tan habituales.

Ogoño, Interrogazioa, 4l, 120 m, V-V sup con un paso de 6ª+. Equipada.

Itxina, Urrukutxumun, 8l, 290 m, IV-V con 3 pasos de 6ª. Semiequipada.

Patxi Aiaratik

 

Itxina, terreno tumbado pero escaladas interesantes

Aproximación por el canal

 



 



En el 7º largo, sobre la vira

 

Hay que espabilar, que viene la tormenta



 




Totalmente pelados, de perdidos al río...

miércoles, 1 de noviembre de 2023

CUENTAS PENDIENTES 3 Sagitario, Urriellu

 


CUENTAS PENDIENTES 3

Sagitario, Urriellu, julio del 23

Sobre nuestras cabezas, la pared aparece vertical y severa, bañada en sombras. La escudriñamos buscando señales de paso, algún seguro o alguna marca en la base que nos confirme que estamos en la base de la vía. Al fin y al cabo se trata de una vía semiequipada, algo debería haber. El lienzo por donde discurre la pared está claro, entre la Rabadá y la Leiva, incluso Juan localiza la laja por la que deberíamos pasar en el segundo largo. Arriba, muy arriba, se ve algo. ¿Un parabolt tal vez?

Tras dos días escalando por los Picos de Europa, hoy sorprendentemente nos hemos levantado descansados y con ganas de más. Básicamente ya hemos  resuelto las cuentas pendientes que nos han traído hasta Urriellu, pero por si acaso y sin creérnoslo mucho traíamos otro croquis en el bolsillo. La Sagitario, abierta por Giraldo y Villar en 1985, una vía que “casi todo el mundo termina haciendo como relleno para días de transición o como actividad de media jornada”.

¡Qué distintas se ven los croquis y las descripciones de las vías cuando uno está en casa! Semiequipada, rapelable, muy clásica, ofrece una escalada magnífica, amable y placentera, si uno quiere probarse antes de entrar en las vías “de verdad”  de la Oeste. Eso es lo que cuentan tanto Adrados como los Cholos. 7 largos entre el V sup y el 6a/b que en principio no deberían estresarnos demasiado. Pero ahora bajo la tapia en sombra, al frescor de la mañana, las cosas no se ven tan sencillas. Siento las punzadas del mal de rimaya, una cierta aprensión y pereza a la hora de soltar amarras.

La duda mata, decía Víctor. Nada como la acción para disipar la incertidumbre, así que me cuelgo los cacharros, me encordó y asegurado por Juan empiezo la faena por el terreno que parece más cómodo, con la mirada fija en el lejano bolt o lo que sea. 35 o 40 m que van poniéndose tiesos, de V/Vsup, pelados salvo un viejo cordino en un puente de roca, que voy protegiendo con friends y algún fisu. Hasta que llego a una sección vertical, bien protegida por tres parabolts relativamente próximos. Esto será el 6ª. Unos pasos en placa que salen bastante bien, y luego un paso bastante bestia para alcanzar una laja-repisa bastante desplomada, con buen canto pero malos pies, donde se chapa el tercer bolt. La cosa sigue atlética, en travesía por la laja hacia la izquda hasta llegar a la reunión en un curioso nicho, bastante incómoda por cierto. Pero al menos el primer bolt está cerca para quitar el factor de caída. Pues solo habrá sido 6ª, pero ya me ha dejado los brazos bien calentitos.

Juan se encarga de la gran laja del 2º largo. Unos pasos tiesos en placa (6ª) con un buen parabolt le conducen al inicio de la laja, que empieza cómoda, protegida con dos parabolts y con presas para pies que permiten reposar y asegurarse. Pero llega un momento en que la laja echa para atrás y las presas de pie desaparecen. Se trata de una sección atlética y desequipada, a proteger con friends del dos y tres, que me dejará los brazos de plastilina. Esta bavaresa a mi me ha parecido el tramo más duro de la vía, clave por lo obligado y lo atlético, pese a la engañosa facilidad con la que Juan la superó.

Apenas dos largos, 80 m de pared, y ya parecemos lejos de todo, naufragos en un océano de roca. La niebla empieza a cerrarse y a rodearnos, se pasará toda la jornada jugando con nosotros y la pared. Miramos hacia abajo, y cuando la niebla se abre la verticalidad de la pared nos impide ver su base. Miramos hacia arriba, y tampoco vemos su final. Nos espera una escalada magnífica, por un muro compacto y adherente, generoso en fisurillas y agujeros para progresar y protegerse. ¡Había olvidado lo buena que es la roca del Picu, y por qué tiene tanta fama!

Son largos de 35-40 m, muy homogéneos, protegidos por dos o tres parabolts, por los que finalmente nos movemos bastante bien. Pero el ambiente de la pared y del patio (o de su ausencia, engullidos por la niebla) me impiden ir totalmente suelto y relajado. Hoy toca un disfrute de otro tipo, el de convivir con la aprensión y el culo prieto. Y a la vez la escalada es exaltante, y es gratificante navegar siguiendo las presas y tu intuición hasta que el siguiente parabolt del largo se deja ver…

Al comienzo del 6º largo Juan supera el tramo teóricamente más difícil, un muro ligeramente desplomado de 6ª/b bien protegido por dos parabolts y un clavo sicado. Hay que apretar, pero nada que ver con la laja del 2º largo. Y ya el terreno se tumba, y sale el sol, y uno se relaja en el último largo que nos lleva a los Tiros de la Torca.

Las nubes nos rodean de nuevo, la pared es tan vertical que al rapelar de nuevo nos ponemos en modo “oju peligro”, y no nos atrevemos a saltarnos ninguna de las reuniones, aunque seguramente fuera posible. Pero pronto estamos en la base de la pared, recogiendo las mochilas…¡Quién nos iba a decir que a esta alturas íbamos a volver a la Oeste, aunque fuera a su vía más corta! Sobre el papel y en casa, no parecía una actividad demasiado exigente ni comprometida, pero luego sobre el terreno, el ambiente, la niebla, e imagino que la edad, la han puesto en una sección bastante fronteriza de mi zona de confort. En cualquier caso, una bonita manera de despedirse de la cara Oeste y tal vez del Picu.

La niebla se cierra del todo, la pared desaparece de la vista, y nosotros recogemos el vivac y abandonamos Urriellu. Han sido tres jornadas intensas y gratificantes, y aun quedan en estas tierras del Oeste muchos más interrogantes y huecos en mis mapas mentales. Al menos comparado con el Pirineo más próximo.

La única pega de esta salida es el modelo de gestión del refugio, totalmente vedado a los que no cenan o pernoctan. Uno no puede entrar a tomar un café mientras mira los croquis y las piadas. Una pena, tal vez habría que retirarle el nombre de refugio.

Sagitario, 260 m, 7 largos, 6ª/6b, 6ª obligatorio. 13 expreses, fisus, aliens, tótems y camelots hasta el 3 repitiendo medios.

Patxi Aiaratik

 






 


Entrando en el primer 6ª



Laja en bavaresa, 2º largo


A navegar!









Saliendo por terreno más fácil













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