domingo, 14 de diciembre de 2025

EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 7 Fuera de lugar. Góriz.

 

 

Cilindro de Marboré

Hacia Góriz

 

EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 7

Fuera de lugar. Góriz.

Ordesa. Hermosos lienzos de roca que asoman sobre el hayedo-abetal. Paredes exigentes, vertiginosas, intimidantes. Cuando uno va justo de grado, como siempre ha sido mi caso, uno tiene que obligarse un poco para decidirse a ir. Pero al salir de la pared y hallarse de repente en la esos prados alpinos cuajados de edelweiss, con el cañón a los pies, la sensación de maravilla es inenarrable.

Hace ya años que no me agarro a sus presas, y la verdad, no sé si volveré a hacerlo. Pero es agradable contemplar las paredes, el Tozal, el Gallinero, el Libro Abierto, la Fraucata, y recordar esas jornadas de intensidad y amistad.

Volvemos a Ordesa, Juan y yo, pero esta vez nuestro objetivo es más lejano, está más alto, es más confidencial.

………………

Nunca había estado en Góriz. Puede parecer extraño, pero es así.

A primeros de agosto surge de nuevo la ocasión de pasar unos días en el Piri, esta vez con la Montaner-Bescós al Cilindro en el punto de mira. Obviamente, nos planteamos la aproximación desde Góriz, ese enclave que durante tantas décadas había evitado.

Visitar Torla y Ordesa en agosto puede ser desesperante, más aun en mitad de la enésima ola de calor. En el pueblo no cabe un alfiler, todas las cunetas libres hasta el Puente de los Navarros están llenas de coches, y aparentemente Policía y Guardia Civil, desbordados, han renunciado a poner multas a los coches mal aparcados.

Sabíamos ya de la obligatoriedad de subir en bus hasta la Pradera, y de la prohibición de vivaquear a menos de 2000 m. Pero eso era antes. Salseando en internet en casa antes de partir, descubro que en estos momentos está prohibido vivaquear en toda la superficie del Parque. La única opción es hacerlo junto al refugio de Góriz. Para ello hay que reservar plaza con antelación por internet, y hay un máximo de 50 plazas (que no tiendas) Además, hay que pagar 11´20 € por persona por extender el aislante y el saco…

El Parque Nacional de Ordesa es un ejemplo paradigmático de cómo las mejores intenciones se ven distorsionadas y mediatizadas por el capitalismos y la masificación estimulada por las redes sociales. Un parque que pese a suponer el máximo grado de protección posible, no ha sido capaz de evitar la extinción o el declive de especies emblemáticas. Una gestión aparentemente más interesada en el turismo que en regular actividades discutibles pero que generan lucro, como los taxis que ascienden hasta casi los 2000 m… Que primero facilita el acceso masivo y luego pretende regularlo y limitarlo, haciendo caja, por supuesto. En lo que al alpinismo y la escalada se refiere, por más histórica y tradicional que sea esta actividad, según qué y dónde quieras escalar, tendrás que pasar a modo clandestino.

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Ya es media tarde cuando el autobús nos conduce hacia la Pradera (1320 m). A esta hora ya sube poca gente, y el chofer tiene ganas de hablar… Nos informa del tope de 1800 personas simultáneas en la Pradera, echa pestes sobre los ”activistas” que serraron las clavijas de Cotatuero, y nos habla del americano desaparecido que andan buscando desde hace días. Debe ser de familia de posibles, pues después de varios días de búsqueda han empezado a peinar la zona otra vez, esta vez los militares. Parece ser que hay helicópteros y patrullas, así que nos será más difícil pasar desapercibidos. Como ya sabemos que no hay plazas, la idea es vivaquear ocultos.

La visión del Tozal desde la pradera, sobresaliendo airosa sobre el verdor del bosque, es maravillosa, como siempre. A esta hora tardía nos cruzamos con gente que desciende, pero podemos patear con bastante tranquilidad. Eso sí, el paso de miríadas de senderistas y turistas deja huella. El suelo de la pista está tan pisoteado que ya no es tierra, se ha convertido en un polvo finísimo cual arena de playa que no solo cubre el camino sino que se extiende metro y medio a ambos lados cubriendo plantas y árboles.

Es un poco triste el aspecto de esta pista polvorienta y sin bichejos. En fin, es de esperar que alejándote unas decenas de metros del camino la vida silvestre vuelva a la normalidad. Pero desde luego este no es lugar más apropiado para un naturalista, ni para un amante de los espacios salvajes… al menos en agosto. Afortunadamente, según te alejas del parking y pasadas las gradas de Soaso, salimos del bosque, y la belleza del cañón logra distraernos de nuestras sombrías meditaciones. Nada mejor que la distancia y el esfuerzo para preservar la belleza.

Llegamos por fin a la Cola de Caballo(1760 m). A partir de aquí el desnivel se hará notar, así como el peso de la mochila. Nos cruzamos con algún grupo que baja, y nos llama la atención el encontrar a una madrileña que viene desde el Mediterráneo siguiendo el GR 11. Esta mañana ha salido de Pineta, y tras subir al col de Añisclo ha llegado a Góriz hace un rato con la intención de vivaquear allí. Para encontrarse con que no hay plazas, y la alternativa que le plantean es bajar hasta… ¿Torla? ¿El camping de Bujaruelo? Poco después, nos encontramos con dos chicas guiris que nos comentan lo mismo. Parece ser que Góriz no es un lugar demasiado “friendly” con los trekkers. Si un refugio no es capaz de ofrecer hospitalidad a gente que llega de casa-dios y no tiene por qué conocer las prohibiciones, pues estamos bien.

En nuestro caso, cuando estamos casi a la vista del refugio nos desviamos para ocultarnos en una especie de vaguada protegida. Más vale ser discretos, teniendo en cuenta que el helicóptero de la UME andaba por aquí hace una hora. Son las 20:30, y el cansancio se nota. Esta vez, para escalar en el Cilindro, llevamos dos cuerdas y bastante más material que en nuestras anteriores cabalgadas por Estós-Portillon.

Cenamos y montamos el vivac. No hay agua en los alrededores, la montaña se ve bastante seca. Menos mal que aun quedaba algo en las cantimploras, pero hay que racionar. La noche será agradable y cálida. Como clandestinos que somos hoy no podré usar la frontal para leer. La verdad, tener que andar así a estas alturas, es un rollo.

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Amanece. La jornada será larga. Lo suyo sería madrugar y ponernos en marcha a las 7:00 como muy tarde. Pero yo estoy bastante neura con lo de las prohibiciones. El primer autobús sale de Torla a las 6:00, si queremos que parezca creíble que no hemos vivaqueado no podemos aparecer por el refugio antes de las 9:00.

Así lo hacemos. Cuando vemos pasar al primer runner que sube desde la pradera nos ponemos en marcha. En 10 min estamos en Góriz. Hay suerte, hay plazas libres para vivaquear. Pagaremos con la tarjeta. Anotan nuestro DNI y nos dan una factura para cada uno. Importante, nos dicen. A veces suben los guardas del Parque a visitar los vivacs, y si no tienes la factura cae la multa. Nos dan a cada uno una ficha para la ducha y una llave para una taquilla. Reorganizamos los trastos. La mochila de porteo y el material de vivac quedan en la taquilla. Continuaremos cada uno con su mochilita de ataque y el material de escalada.

En teoría, las normas son restrictivas. Hay que desmontar el vivac para las 8:00, y no se le puede instalar hasta las 19:00. Pero en realidad, veremos que no hay mucho control. A los guardas del refugio les es indiferente el horario, o el número de gente vivaqueando. Bastante curro tienen como para andar controlándolo… Ellos van a lo suyo. Así que parece sencillo vivaquear incluso junto al refugio sin registrarse… Siempre que los guardas del Parque no aparezcan.

Por lo demás, el refugio está petado. Mucha, mucha gente que se dirige invariablemente hacia el Monte Perdido a todas horas, a la mañana, a la tarde, incluso a punto de oscurecer. El trato en el refugio es cordial, pero la verdad, creo que nos sentimos un poco ajenos, un poco marcianos entre tanta gente que parece estar a otras cosas.

La mayor parte de los alojados no tiene pinta de montañero ni senderista, son “runners” con sus chalecos y sus calcetines de compresión… En las conversaciones se oye más de carreras y maratones que de montañas. Afortunadamente también aparecen algunas familias, locales y extranjeras, sin más pretensiones que enseñar a sus críos la belleza de las montañas. Escasean las mochilas, en realidad. Y mucha gente llega desde la Pradera al trote con idea de subir al Perdido y bajar en el día.

A eso de las 10:00 de la mañana, nos sumamos a la prolongada serpiente multicolor que se estira desde Góriz en dirección al Perdido.

Patxi Aiaratik

Torla

La Pradera

El libro abierto



Gradas de Soaso










Cola de caballo, empieza la subida

Las clavijas



 

Góriz

jueves, 27 de noviembre de 2025

EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 6 Desde el refugio del Portillon hasta…

 

 

 

Desde la cabaña del Turmo, mirando hacia Portillón y Seil de la Baque


Subiendo hacia la Tusse de Montarque. Al fondo, cara oeste de Quayrat y Lezat, nº 55 y 85 de las "Cien Mejores..."

EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 6

Desde el refugio del Portillon hasta…

Poco antes de las 17:00 nos ponemos de nuevo en marcha. El regreso será entretenido, pero con tanto sube y baja la fatiga se hará notar. Primero ascendemos por buen camino hasta los 2889 m de la Tusse de Montarque. Hermosas vistas y entrañables recuerdos que emergen con la contemplación de las caras oestes de Quayrat y Lezat, y las crestas del Cabrioules.

Descendemos luego por pedrera hasta un collado, y luego ascendemos entre bloques hacia el pluvíometro. Aquí nos despedimos de la vertiente de Portillon, ahora son de nuevo el Arlaud, el Gourgs Blancs y el col de Ôo los que nos marcan la dirección a seguir. A nuestra izquierda, el largo cresterío que hemos recorrido. Una morrena nos permite evitar el nevero que atravesamos a la mañana. Al final habrá que pisar nieve para bordear un laguito casi helado, pero ya no hacen falta crampones. Para acometer la última subida al collado, más vale acercarse lo más posible a la mole del Arlaud, y estar atentos para localizar unos hitos. A las 19:30 estamos en el collado.

Regresamos por fin al vivac tras una larga jornada de 12 horas y cuarto. De nuevo ha sido una hermosa cabalgada, estética y gratificante. Esta noche habrá más gente vivaqueando a orillas del lago. No es de extrañar, pues esta es una zona muy concurrida por los coleccionistas de tresmiles. Aun hay tiempo para cenar con luz, y además queda media botella de crianza para festejar la actividad. Después, cada uno en su saco evocará las impresiones de este deambular por un paisaje al que las nevadas tardías han rejuvenecido…

………………

Otro hermoso día ve la luz en el alto Pirineo. Una vez más, los relieves del Posets, que se despliega en infinitas crestas, atraen irresistiblemente la atención.

Albergábamos la esperanza de rematar la salida con la ascensión de los Clarabides, pero hay que rendirse a la evidencia. Tras dos intensas jornadas, nuestros cuerpos otoñales nos piden un descanso. Así que levantaremos el vivac, y de nuevo con la mochila de porteo bien llena, solo nos quedará dejarnos caer cuesta abajo hasta el Ref de Estós, y después desandar el bellísimo valle homónimo hasta el parking. Mismos paisajes, pero distinta mirada. Ahora, sentados de nuevo junto a la cabaña del Turmo, los ojos se posan en los relieves de la cresta fronteriza de otra manera… Ayer mismo estábamos allí…

Patxi Aiaratik

Saliendo del ref del Portillon

Lac du Portillon, al fond Pic y col du Potillon

Al fondo a la izqda, Cabrioules y Perdiguero.

Lac Glacé, en julio!

Tusse de Montarque, precioso mirador.

Lezat, Quayrat, recuerdos...

Sería un buen vivac, pero hay que portear el agua.

Cresta Lezat-Cabrioules y Perdiguero



Arlaud y Gourgs Blancs, de nuevo a la vista.

 


El vivac

Refugio de Estós
Cabaña

 



 

 

Las Gorges galantes


Nigritella nigra



 

 

domingo, 9 de noviembre de 2025

EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 5 Del col de Ôo al col du Portillon d´Ôo.

Hermosos neveros para ser julio.

 

Mirando hacia el vivac y el Ibon de Gías. Al fondo, Arlaud y Gourgs Blancs

EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 5

Del col de Ôo (2908 m) al col du Portillon d´Ôo (2913 m)

 

Una hermosa mañana, bien dormidos y mejor situados en nuestro vivac junto al fotogénico ibón superior de Gías (2645 m), nos ponemos en marcha para la 2ª y más bella de las cabalgadas de esta salida.

¡Lo que me ha costado seleccionar la imágenes para esta salida! Tal vez eso pueda dar una idea de lo que fue esta jornada de funambulismos bajo el signo de la maravilla.

La experiencia de la víspera nos ayuda a aligerar aun más la mochila de ataque. Quedan pues en el vivac los pies de gato, algunas cintas, cuatro fisureros y dos expreses. Con los cuatro que llevamos es suficiente. Porteamos la cuerda de 60 m porque no queda otra. Pero para próximas cabalgadas del estilo prepararemos una de 30 m.

Así que a las 8:00 h abandonamos el vivac, y 45 min después estamos de nuevo en el col de Ôo, a 2908 m, paladeando golosos el panorama que se despliega hacia el oriente. La prolongada cresta, bastante rectilínea y de altura uniforme, impide la visión, pero a lo lejos se intuye el col du Portillon, nuestro destino, justo antes del masivo Perdiguero.

El cresterío separa el valle de Estós al sur de los hasta casi ayer circos glaciares del Seil de la Baque y del Portillon. Antaño estas vertientes albergaban hasta cuatro glaciares que sumaban cientos de hectáreas, según constato Ramond de Carbonnières. A comienzos del siglo XX, el glaciar de Portillon llegaba incluso hasta el lac du Portillon. Hoy apenas resiste el glaciar del Seil de la Baque, condenado a desaparecer, con menos de 5 hectareas. Pero no nos pongamos melancólicos. Este 9 de julio hermosos neveros protegen el glaciar, rellenan las depresiones y subrayan de blanco las oscuras cresterías. ¡Esto es bueno! Hasta el Lac Glacé bajo los Spijeoles hace honor a su nombre, al igual que el de Clarabide, como vimos ayer.

Esta abundancia de nieve, atípica por desgracia en estas fechas a causa del calentamiento global, nos facilitará mucho las cosas. Cuando no hay nieve a menudo hay que negociar con canales descompuestas e inestables, o con pedreras incómodas. Por la nieve, todo es más sencillo y estético. Aunque no haya helado, la nieve está transformada y relativamente dura, en buenas condiciones para transitarla. Y además, calzados los crampones y piolet en mano, nos hacemos la ilusión de sentirnos alpinistas de verdad, cuando los Pirineos estivales eran en realidad alta montaña.

Descendemos así 150 ó 200 m de desnivel desde el collado, y siguiendo las indicaciones de Bellefon flanqueamos bajo la cresta por el nevero hasta alcanzar un lomo que la conecta con el col del Pluviómetro. Ascendemos por ese relieve siempre con crampones puestos hasta que algo antes de la primera cota que supera los tres mil metros, abordamos la cresta por una vira evidente y cómoda. ¡Todo un privilegio semejante sesión de cramponaje en julio! Son las 10:30 h.

Toca ahora trepar por la cresta, a tramos afilada, pero nunca difícil y siempre sólida. La cuerda va en la mochila. Superaremos una tras otra las tres cimas del Seil de la Baque (Occidental 3097 m, Oriental (3110) y principal (3110)), por un terrenos progresivamente más y más sencillo. Pero tras un evidente collado, la arista vuelve a afilarse y volvemos a usar las manos para trepar ascender hasta la cima del Petit Pic du Portillon (3000 m).

Poco más adelante, una brecha vertical nos cierra el paso. Encontramos un rappel, cintajos y un mallón que en 15 m nos dejan en un tramo de arista muy estético, afilado y horizontal, que nos recuerda al “filo” o “Taillante” del Dent d´Orlu. Seguiremos ahora encordados, e incluso haremos un largo de unos 30 m (III sup) para ascender un gendarme aprovechando que aparece una reunión.

De nuevo sin cuerda, por una arista afilada y horizontal plagada de grandes bloques que hay que rodear, llegamos por fin a la cima del Pic du Portillon d´Ôo (3050 m). Escribimos cuatro letras en un libro de registro que encontramos en una bonita caja metálica. Son las 14:00, llevamos 6 horas en danza.

Poco más adelante, se intuye ya el fin de esta larga crestería. Por terreno cómodo, siguiendo hitos, nos plantamos sobre el collado. Un par de canales-chimenea, las dos con tinglado de rappel, permiten el descenso. Nosotros elegimos la de la izqda según bajamos (tinglado con parabolts). Un rappel, un pequeño destrepe, y estamos ya en el col du Portillon d´Ôo (2913 m), que tan lejano se veía desde la cabaña del Turmo.

Son las 15:00, y paramos un poco para picar, beber y reposar. El cansancio se hace notar. Desde el collado, un estrecho corredor de nieve conduce a los amplios neveros sobre el lago. Volvemos a calzarnos los crampones, y piolet en ristre acometemos el descenso. La nieve sigue en buenas condiciones, pero bajamos gran parte del desnivel de cara a la pendiente, pues la inclinación es pronunciada. Peor parece pasarlo un montañero que sin crampones vemos destrepando por antipáticas canales-escombrera.

A las 16:20 llegamos al refugio Jean Arlaud o Ref del Portillon (2571 m) Es un placer descalzarse las botas y tumbarse un ratito al sol… Podemos llenar las cantimploras, y vamos apurando las últimas barritas y frutos secos. El interior del refugio es bastante más acogedor que el de Estós, además de estar surtido con una nutrida biblioteca. Se está la mar de a gusto, ojeando viejos libros de montaña, o de botánica. Para nuestra (grata) sorpresa, en libro de croquis encontramos copia de alguna de las nuestras, que colgamos hace años en los “Caracoles Majaras”. Vamos, que uno se siente como en casa…

Pero Juan me espabila. Aun no podemos relajarnos, todavía nos queda un laaargo regreso hasta el vivac.

Patxi Aiaratik

Hacia el col de Ôo

Posets


Nuestra cresta




Al fondo, Arlaud y Gourgs Blancs


Subieno hacia la cresta. Detras Lezat, Quayrat, Crabioules...

Primeros pasos en la cresta

 






Circo y lac du Portillon
Un tramo fácil de la arista
En primer plano, el Petit Pic del Portillon. Al fondo, Perdiguero
En alguna de las cimas

Rappel del Petit Portillon


Contrafuerte final del Pic du Portillon



Un larguito de III/IV


Pic du Portillon

Iniciando el descenso desde el col du Portillon



Detrás de Juan, corredor y col du Portillon

Lac du Portillon


Croquis de calidad!!



EL VERANO DE LAS GRANDES CABALGADAS 7 Fuera de lugar. Góriz.

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